07 Mar No podemos dejar la política en manos de los políticos
Tal y como se demostró en las elecciones andaluzas, la izquierda cometió un error muy importante: dejar la política en manos de los políticos.
Todos recordamos los errores de comunicación de Adelante Andalucía, errores absolutamente “imperdonables”. Memes por aquí, Khaleesis por allá, dragones por arriba y caminantes por abajo, que se hicieron virales para mofa y escarnio (a mi opinión, inmerecidos) del partido.
Y digo inmerecidos porque también recuerdo las reuniones vecinales. Gente maravillosa como Daniel Rojas o Susana Serrano en Sevilla, reunidos con vecinos en los barrios, hablando de los problemas que nos afectan a unos y otros, de las posibles soluciones y de las ideas que el partido tendría para un posible mandato.
Ahora, con vistas al 8M nos encontramos con carteles de Podemos donde Pablo Iglesias aparece como figura mesiánica. Y da igual que gracias a la unión de PSOE y Podemos se haya subido el sueldo mínimo a 900€, da igual que se hayan consguido avances desde que conseguimos echar a Rajoy del poder; sólo con el pequeño detalle del cartelito o de las luchas internas ya estamos pensando en dejar de votar, porque pa qué.
De mientras, Santi Apastar puede hacer todo el ridículo que quiera. Pinchar el himno de la legión en un garito, asomar por un balcón con un casco de la reconquista o montar en caballo con música del señor de los Anillos, da igual. Sus votantes seguirán siendo fieles a sus principios, por llamarlos de alguna forma, y seguirán metiendo el sobrecito votando a Vox.
Los medios tampoco ayudan, ¿verdad?
Está claro a servicio de quién están los medios de masas. Vox, un partido que no tiene representación más allá de Andalucía, está apareciendo en todos los programas televisivos a prácticamente cualquier hora, salvo cuando se trata de pequeños asuntillos sin importancia como el líder abusador de menores.
Sin embargo, en los medios sólo se habla de Podemos o de PSOE de forma negativa, haciendo todo lo posible por hundir su imagen por simples minucias como el cartel anteriormente mencionado, por poner un sólo ejemplo.
Y tengo que decir que, por mucho que haya hecho Twitter por mí en los últimos años, no me parece que sirva de mucho a la hora de esparcir nuestros mensajes más allá de nuestra pequeña burbuja de influencia.
La política también es nuestra, amigas
Sé que esto es un poco injusto, pero me repito: no podemos dejar la política en manos de ridículos equipos de comunicación que no saben ni usar un puñetero meme. No podemos dejar nuestro futuro en manos del mesías de turno ni de un publicista hasta las cejas de farla.
Nuestro futuro está en nuestras manos, y es hora de agarrarlo con fuerza. Escuchad lo que proponen. Leed los programas, contrastad, buscad información. Y por favor, haced proselitismo. Vended la moto a vuestros compis, ya sean de trabajo, de oficina o de botellona.
La derecha está aquí con un mensaje de odio muy claro: no a las mujeres, no a las personas LGTB, no a los inmigrantes, no a todo lo que no huela a español rancio. No creo exagerar si digo que peligran vidas. Cuando la ultraderecha está en el poder, es lo que pasa.
Hacedlo por vosotros mismos. Hacedlo por vuestras amigas, hijas, hermanas. Por los que conocéis que no sean cis ni heteros. Por todos.
Nos veremos mañana en las calles.
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