
08 Feb Una bolita de ansiedad y nervios
A lo mejor no os habéis dado cuenta, pero llevo unos días entregando los artículos diarios con algo de retraso. No quería que esto fuera así, ya que mi idea original era forzarme a escribir aunque fuera un poquito todos los días. Por desgracia, estos días las neuronas se me han puesto de huelga.
La ansiedad por las tareas pendientes acumuladas una encima de otra, los misgenders ocasionales y no tan ocasionales, el uso del innombre por más de un innombrable o el cuestionamiento de prioridades vitales por terceras personas, todo se junta y se confabula para dejarme todos los días un poquito más en la mierda de lo que ya estaba con anterioridad.
Claramente, ser mujer trans es algo bastante estresante, y más en esta sociedad en la que nos ha tocado vivir.
Por suerte, no todo el monte es bosta.
Creo que nunca podré agradecer lo suficiente el puñadito de seguidores que tengo por las redes sociales, y cuando digo nunca es nunca. Un día me encuentro con problemas para pagar una factura, hago un tuit contándolo, y entre cafés y venta de prints me encuentro con que este mes voy a estar más libre económicamente que en los dos últimos años.
Me meto en una cafetería a tomarme un café tras una larguísima semana de trabajo, y la barista me dice que es fan de mi trabajo. Y que me ha nombrado en un trabajo de periodismo como persona influyente de la comunidad LGTBi de Sevilla.
Como para no sentirse feliz de teneros cerca, ¿verdad?
Por otro lado…
Me gustaría que le echarais un vistazo a Ciclónicas, un proyecto megainteresante del que voy a formar parte en los próximos meses. Seguidnos. Vamos a dar mucho que hablar.
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