05 Feb Un vergel cultural
Si hubo algo que se me quedara grabado en los días de Chilango Andaluz, fue una observación de Iván Vergara: en estos últimos quince años, el panorama cultural de nuestra ciudad ha sufrido un giro de ciento ochenta grados.
Recuerdo que en mi primer y único viaje a Praga, hace una década, me quedé alucinada por la vida musical de la zona. Vimos bares y garitos de todos tipos de música, con conciertos y actuaciones a diario. Para mí, metalera de pro, proveniente de una ciudad cuya oferta musical era casi inexistente, aquello era un paraíso.
Si me hubieran dicho que en 2019 habría tantos eventos que no sabría a cuál acudir, no me lo hubiera creído.
Si me hubieran contado que en un mismo fin de semana hubiéramos contado con el Chilango Andaluz, más El día de la Marmota en el CAAC, más la inauguración de Duplicado, el nuevo espacio cultural de las amigas de Metáforas, otro concierto en Shangri-La, etcétera, etcétera…
Debo decir, de corazón, que esta proliferación de eventos y espacios tiene algo malo; aún no he aprendido a clonarme y mira, no puedo asistir a todo lo que querría. ¡Por más que quiera, no puedo!
Aquí viene la anécdota del día, perfecta para ilustrar este texto. Tenía en mente escribir estas palabras desde el sábado, aquel día en el que no tuve ni fuerzas para salir de casa. Vi que una poeta local presentaba un poemario en un bar de la calle Feria hoy martes, y decidí apuntarme para tener la fotografía con la que lo ilustrarlo. Como tenía tiempo de sobra entre oficina y evento, decidí pasarme por Caótica a tomarme un café, donde me encontré otra presentación casi en marcha, y poyaque…
VerS.O.S., de Andrés Gotor
Este poemario está editado por La I crítica, y la recaudación en su totalidad está destinada a Proemaid. Para quien no los recuerde, esta asociación de bomberos sevillanos fue juzgada por tráfico de personas, cuando lo que estaban haciendo era lo que debería hacer cualquier persona en su lugar: salvar vidas en el Mediterráneo.
Aunque el poemario no está disponible en ningún punto de venta, su autor me informa de que podéis hacerle pedidos por correo. ¡Aprovechad, que yo estoy de fin de mes aún y no he podido!
La presentación, como he comentado antes, ha sido en Caótica, una de mis cafeterías favoritas (por algo será), y ha sido un auténtico lujo para los sentidos, con Manu López al chelo, Alonso Lora a la guitarra y un buen elenco de poetas con ganas de recitar o, en su defecto, de escuchar: Chiru, Sonia Acal, Pepi Bobis, Pilar Alcalá o la maravillosa sorpresa de la noche: Andrés Gotor hijo recitando mientras Andrea Altamiranda signaba cada palabra y cada verso.
En definitiva
Sevilla ya no es lo que era. Sevilla ha renacido, cultural y musicalmente, para mejor y sin pintas de fallecer.
Sevilla cada vez está más llena de arte. Arte del que hermana culturas, del que amansa fieras, del que sana almas. Arte del que, palabra a palabra, trazo a trazo, píxel a píxel, cambia el mundo. Y nunca me alegró más estar metida en tal embrollo.
Andrés Gotor de Astorza
Posted at 06:50h, 06 febreroA un maravilloso acto se unió el trabajo impresionante de Lara, que atrapa la realidad de manera insólita. Muchas gracias, Lara.