26 Ene Detalles
Estás en un restaurante con tus mejores amigas. Hoy, por ser sábado, te has maqueado a la perfección: falda, medias, blusa, complementos, maquillaje, etcétera etcétera. La comida es maravillosa, la compañía aún más. Estás riéndote y disfrutando de una sobremesa increíble con personas a las que quieres. Todo es perfecto, todo es genial, todo mola mazo.
Llega la hora del café y el camarero, bendita sea su alma (que no su vista), te pregunta ‘¿Qué desea el caballero?’
Una sola frase. Un detalle aparentemente nimio en toda una tarde de risas y felicidad. Y aún así, te jode el día, el finde y hasta la semana que viene. Un detalle, marcando la diferencia entre euforia y disforia.
Esta experiencia, por supuesto, bien podría ser al revés: ese restaurante no demasiado bueno donde vas a menudo porque los camareros te tratan como lo que eres, y qué leches, vas.
Es increíble como una mínima interacción puede cambiar toda una experiencia, ¿verdad?
Los detalles marcan la diferencia, sí
Esta frase, aunque manida, no deja de ser cierta. Un gesto, una palabra, una mirada o una mueca son capaces de colorear toda una relación interpersonal. ¿Y por qué quedarnos en la interacción humana? ¡Los detalles cambian todos los aspectos de la realidad!
Podemos mencionar cómo un pequeñísimo cambio de tamaño en las alturas de las letras de FedEx, consiguen que el espacio vacío entre E y x parezca una flecha. Que una aparentemente inocua sonrisa en el logotipo de Amazon nos indique que lo tienen todo, de la A a la Z. Podemos hablar de cómo un ligero reencuadre consigue que la fotografía pase de ser buena a genial, o de cómo un objeto olvidado en medio de la escena es capaz de arrancar toda la magia de la misma.
En el mundo del cine nos encontraremos a fans especializados en encontrar estos pequeños detalles capaces de arruinar la 'suspensión de la incredulidad'. Entre los primeros que me vienen a la mente están las zapatillas de deporte de Gladiator, el reloj de pulsera de Gandalf o la furgoneta de Braveheart.
¿Perdemos la perspectiva?
Podrías pensar que somos copitos de nieve. Podrías pensar que nos ofendemos por cualquier chorrada, que hacemos una montaña de un granito de arena. Sin embargo, al final todo es asunto de perspectiva: un grano de arena sólo es inconsecuente cuando no lo tienes dentro del zapato.
Ay, amiga, tanto en la fotografía como en la vida, al final todo depende desde dónde mires. Y para quien aún dude de esto, le dejo aquí tres detalles de diferentes modelos de lámparas. ¡Lámparas!
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