Lacasitos intensitos - Lara Santaella
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Lacasitos intensitos

Descripción de la imagen: Un blister de Androcur y un par de parches de Estradiol sobre una bandera trans.

Aunque parezca mentira, el tiempo pasa volando. Ya hace un mes desde que empecé mi tratamiento hormonal, y aunque no escriba demasiado por aquí —la vida, amigas, la vida— me gustaría compartir con vosotras los cambios que he ido notando estos treinta días de pastillitas de la felicidad.

Qué intenso todo

Imagina que llevas gafas. Tus gafas están sucias —como es normal en unas gafas— además de ser antiguas. Por una vez, sin embargo, ni siquiera haces el esfuerzo de limpiarlas. ¿Para qué? ¡Vas camino de la óptica a recoger tu nuevo flamante par de gafas, graduado correctamente!

Cuando sales de la óptica con tus gafas nuevas, todo gana. Hay más color, más definición, más vida. Antes veías en baja resolución y ahora en UltraHD; eres capaz hasta de distinguir con claridad las hojas de los árboles en su infinidad de tonos de verde.

Pues amigas, así estoy yo ahora mismo. Estas pastillitas y estos parches son el equivalente a unas gafas nuevas para todos los sentidos. La música me hace sonreír de oreja a oreja, como hacía años que no sonreía. La comida, las caricias, los abrazos, el cine y la literatura, todo es mucho más intenso, más vivo, más lleno de emociones.

Me noto especialmente sensible con los piropos y los cumplidos, llegando al punto de haber llorado una decena de veces en el pasado 8 de Marzo, sólo por los cánticos o los saludos de seguidores. Escucho a Blind Guardian y sonrío. Escucho Rent o algún tema de David Bowie y me entran ganas de menear las caderas y cantar en plena calle.  Eso sí, también va al revés: cualquier tontería me destroza la mañana y me deja llorando en la cama como una Magdalena.

Estas pastillitas mágicas o lacasitos intensitos están haciendo que viva la vida como es debido.

Más segura de mí misma

Ah, y la validación, amigas. La validación. Desde que empecé con el tratamiento, me siento más capacitada y más válida para afirmar mi género en público. Si bien es cierto que una persona trans es del género que afirma ser con y sin hormonas, con y sin tratamientos, con y sin operaciones, lo cierto es que a nivel personal me siento mejor por el simple hecho de haber empezado con el mismo.

Ojo, nunca os negaré vuestro género por una tontería como las hormonas o las operaciones. ¿Quién mejor que vosotros mismos para saber quién sois? Sin embargo, a la hora de hablar de mí misma… mira, qué leches.

A nivel físico, poquito que ver

Por desgracia, aquí no hay demasiada novedad, salvo por un frente importante: han desaparecido las molestísimas erecciones. Ojalá desaparecieran también los pelos, que no estoy yo para pagarme sesiones de láser ahora.

Sobre el resto, todavía falta para que se aprecie crecimiento en la zona del pecho, pero no pierdo la esperanza.

Postdata

Por fin, después de mucho luchar con tareas pendientes y trabajos sin terminar, me estoy acercando a recuperar mi preciado tiempo libre. Pronto podré dedicar más tiempo a escribir. ¡Gracias por vuestra infinita paciencia!

Como ya sabéis, actualmente estoy en paro y sobreviviendo como buenamente puedo gracias a la venta de prints, sesiones de fotos y todo ese trabajo extra qué sé hacer. Sin embargo, se plantea un principio de mes bastante duro. Agradezco cualquier propina dejada en el sombrero. ¡El mañana será mejor, pero tengo que asegurarme de llegar entera!
Lara Santaella
larasantaellafoto@gmail.com

Fotógrafa, escritora, traductora y diseñadora gráfica. Orgullosamente trans. Disponible para sesiones y encargos. ¡Pregúntame lo que quieras sin miedo!

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